Seguro de coche barato, barato.

Muchas aseguradoras han optado por vender productos a bajo precio, lo cual resulta interesante al consumidor de cara al ahorro. En este artículo voy a comentar algunas prácticas habituales, tanto en canales tradicionales como en venta directa.
¿De donde se reducen costes para mantener cierta rentabilidad en un seguro descafeinado?
Tramitación y atención al cliente:
- Call centers: teleoperadores de dudosa cualificación a los que no se les exige legalmente ningún tipo de formación y que nunca morderán la mano a quien les da de comer. La calidad del servicio prestado dependerá de a quien le salte la llamada. Nos tocará aguantar esperas y repetir nuestro problema al operador, el cual le responderá estrictamente según los procedimientos establecidos por la aseguradora.
- Trasladar todos los trámites de gestión al cliente a través de un teléfono 902 o una página web.
- Rastreadores y comparadores de precios: Corredurías o empresas de mediación en busca de clientes. Únicamente venden la póliza pero luego no puedes acudir a ellos si tienes algún problema. Es ridículo llamarlos comparadores ya que ofrecen una selección de los productos que más les interesa vender.
- Terceros básico: con tal de arañar algunos euros y no pagar las tasas al Consorcio, muchas compañías ofrecen una modalidad de terceros básico sin ninguna cobertura de daños, como las lunas. En caso de algún siniestro consorciable, como una inundación que afecte al vehículo, no podremos dirigirnos al Consorcio de Compensación de Seguros.
En el momento del siniestro:
- Obligación de acudir a talleres concertados: contratar libre elección de taller nos incrementa el precio del seguro, o así nos lo quieren vender. Otras veces ni siquiera tenemos esa opción. En el momento del siniestro se fuerza al cliente a ir a un concertado. Estadísticamente las aseguradoras se han dado cuenta de que llevando los vehículos a talleres concertados tienen un importante ahorro del coste de la reparación, ya sea por recibir los descuentos en la factura o por no enviar perito para controlar la reparación (autoperitaje).
- Criterio de valoración: en algunos casos la aseguradora abona los daños al asegurado sin intervención de perito, siendo un empleado de la aseguradora el que decide el importe de los daños. El cliente ve como le han ingresado el dinero de una forma rápida pero la tasación puede dejar mucho que desear. Muchos clientes no entienden la diferencia entre un valor venal o real, y el valor de mercado. Estos criterios de valoración influyen tanto en el precio del seguro, como en la forma en la que se resuelve el siniestro.
- Defensa jurídica: algunas pólizas prácticamente anulan la cobertura de libre elección de abogado asignando un capital insuficiente. ¿Cómo conseguir un abogado y procurador por menos de 500 euros?
- Seguro de accidentes y asistencia sanitaria limitada: parece que nadie le presta atención a estas garantías, muchas veces justificando que «el coche es viejo y no necesito un buen seguro«. Curiosamente estas coberturas son para el conductor y no para el vehículo.
- Asistencia en viaje: algunas aseguradoras ofrecen limitaciones ridículas, como remolcaje de grúa de sólo hasta 15 km o asistencia a las personas desde el km 20. Pero cuidado, lo anunciarán como «Asistencia en viaje desde el kilometro 0».
- Conductores nominados: exclusión de todas las coberturas, excepto el seguro obligatorio, para conductores no declarados en la póliza. En alguna de estas pólizas solo está permitida la inclusión de un solo conductor.
- Clausulas lesivas de lo más variado: excluir coberturas por no llevar cinturón, por ir hablando por el móvil o por circular a velocidad superior a la permitida en el momento del siniestro.
Solvencia:
- Aseguradoras operando en España en Libre Prestación de Servicios: el Consorcio no cubre a los asegurados de estas compañías extranjeras en caso de quiebra. Es como ir sin seguro, pero habiéndolo pagado.